martes, 2 de julio de 2019

Sabías Que ... en julio de 1884 fueron expulsado 7.000 trabajadores españoles de Gibraltar en represalia, por el Cordón Sanitario en La Línea
















Fue de no pocos comentarios la determinación adoptada por el Gobernador Genera de Gibraltar contra millares de españoles que vivían o trabajaban accidentalmente en aquella plaza.

Era probable que la medida estuviera ajustada a derecho, y que por lo tanto no hubiera nada que reclamar en este concepto. Pero desde luego se veía que obedecía a un espíritu poco conforme con las tradiciones de hospitalidad del pueblo inglés y que era una cruel respuesta a las disposiciones sanitarias de las autoridades españolas a las procedencias llegadas a Gibraltar.

Parecía, además, que la expulsión se llevó a cabo en forma demasiadamente dura pues tratándose de arrojar de una plaza a 7.000 personas que representaban el 40 o 50 por 100 de la población, los principios mas elementales de buena vecindad aconsejaban dar avisos y señalar plazos que hubieran hecho menos sensibles las consecuencias de lo mandado por aquel Gobernador.

"Puestos en el camino de las represalias, tal vez no fuéramos nosotros los que peor librasen si nos hubiéramos cortado los infinitos abusos que se toleraban desde hacía muchos años, abusos a que debe Gibraltar su desarrollo y su movimiento mercantil, como a la naturaleza y al arte de los ingenieros ingleses en su poderío militar. "

No se aconsejó al Gobierno que aceptara esa lucha y que hiciera valer los derechos que nos asistían. Lo único que se pedía es que viera el modo de amparar a los infelices expulsados de Gibraltar que vagaban por la Línea y su campo, con lo cual se evitaba un peligro para el orden y para la salud pública, además de haber una obra humanitaria y justa.

Por su parte Gibraltar daba explicaciones al hecho en una carta a la prensa española:

“Muy señor mío: Casi iodos los periódicos de la corte han dado la noticia da que el gobierno inglés había expulsado de Gibraltar a todos los españoles, entre ellos 7.000 trabajadores.

Cada uno ha comentado a su modo la noticia, que es del todo inexacta.

En primer lugar los trabajadores españoles que había en Gibraltar no llegaban a 2.000, incluyendo albañiles, carpinteros, pintores, cargadores de carbón, etcétera etc.; de modo que, por lo pronto, la cifra de los llamados expulsados resulta algo exagerada. En segundo lugar, todos los españoles que tenían licencia para residir en Gibraltar han quedado.

Lo que si ha sucedido y no debe confundirse ni exagerado los hechos, es que los trabajadores, como todos los extranjeros, para entrar en Gibraltar y creo que ocurre los mismo en Ceuta, necesitan un tiquete, que así se llama, el cual les es facilitado por la policía.

Naturalmente, al establecerse el cordón, ya no podían entrar esos trabajadores en Gibraltar y como no podían entrar, menos podían residir en dicha plaza, puesto que no tenían licencia para ello.

Claro es que el gobierno inglés no iba a proporcionar hospedaje a esos 2.000 trabajadores pues Gibraltar no es tan grande para poder contener además de su guarnición y sus habitantes, 2.000 hombres más, y ser ese hacinamiento causa quizás del desarrollo de alguna enfermedad. Cree que en igualdad de circunstancias hubiéramos hecho lo mismo.

No pudiendo, pues, los trabajadores permanecer en Gibraltar, se vinieron a España; pero no porque fueran expulsados, sino porque la ley no les permitía residir en dicha plaza."

Seguía comentando la prensa al respecto:

Hasta el año 1868 estaba completamente prohibido construir ni reparar edificio alguno en La Línea; desde 1868 acá, cada uno se permitió edificar donde quiso y como quiso, siendo los dueños de fincas, en su mayoría inmensa, hijos de Gibraltar. Así se formó este pueblo de la Línea, llamándose independiente de San Roque, si mal no recordamos, el año 1870. ¿Si hubiera estado vigente la ley que rigió hasta el año 1868, tendríamos hoy que lamentar la calamidad existente? Seguramente que no; porque entonces no hubiera venido a habitar en esta tanto trabajador ni tanta otro que no lo es.

Por tanto, píense y medite un poquito el Gobierno y tome algunas medidas, con objeto que no vuelvan a repetirse las calamidades que hoy todos lamentamos.

Levante el Gobierno una barrera que nos separe por completo de ese pedazo de nuestra nación, que se llama Gibraltar, aíslelo y prohíba terminantemente la importación y exportación; establezca en Cádiz depósitos flotantes de carbón; inhabilite la Aduana de la Línea, pues este pueblo no tiene razón de ser y vuelva a su estado primitivo, y es cada uno procurará volver al pueblo de donde vino. Preocúpese alguna vez el Gobierno, que haga menos política y se ocupe más del bien y conveniencia de los pueblos, y ese Gobierno merecerá e1 aplauso de todos los españoles.”


En la sesión que celebró el 24 de Julio la Cámara de los Comunes, le preguntó Mr. Wodehouse, si era cierto, como se había preguntado en el Senado español, que las autoridades de Gibraltar habían prohibido la entrada en la población a 5000 españoles, en represalias de las medidas Contra el cólera que el Gobierno de España había tomado.

El interpelado Mr. Ashley, contestó:

—No es cierto; la medida tomada por las autoridades de Gibraltar no es de represalia, sino de necesidad. Allí no se ha impedido ni se impide la entrada de los españoles en la forma de siempre. Antes el Gobierno de España permitía a los españoles que Iban á Gibraltar volver por la noche a La Línea; pero después los oficiales españoles de la frontera prohibieron este retorno. Entonces las autoridades do Gibraltar impidieron la entrada en la plaza a los que no pudieran volver libremente a territorio español, para no verse obligado, caso de que se declare el cólera, a alojar, mantener y emplear a aquellos extranjeros, que por ser tantos en número, hubieran creado, sumados á la población de Gibraltar, una situación difícil.


El Día (Madrid. 1881). 19-7-1884
El Imparcial (Madrid. 1867). 9-7-1884
La Época (Madrid. 1849). 29-7-1884, n.º 11.509

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