viernes, 28 de junio de 2019

Sabías Que ... el 20 de junio de 1902 el Sr. Alcalde expuso que gracias a la visita del Ministro Valeriano Weyler se ordenó la suspensión de la desaparición de la Barriada del Cachón
















Siendo las 21'00 horas del día 20 de junio de 1902, don Juan Bautista Fariñas Martín, junto a los señores Concejales: 

don Hipólito Florencio Sánchez, don Jose Valencia Reyes, don Bartolomé Lima Ortiz, don Antonio Vivas Guerrero, don Juan de los Santos Madrid, don Jesus Mª Soto y Rey, don Jose Carlos Ramirez Galuzo, don Simón Lozano y Lozano, don Francisco de Grandy Duarte, don Jose Cruz García, don Feliciano González Vázquez y estando presente el Secretario don José Ramírez

que concurrieron al Pleno a la sesión ordinaria convocada en segunda citación, por no haber podido tener lugar por falta de número legal de concurrentes, la correspondiente al miércoles 18, expuso a los mismos que con el motivo de la visita oficial efectuada a La Línea en septiembre del año anterior, 1901, por el señor Ministro de la Guerra el Teniente General don Valeriano Weyler, a quien acompañaba el Capitán General de Andalucia, el Comandante General de este Campo Jefe de Ingenieros y el Diputado a Cortes por el Distrito, se había dispuesto por la Alcaldia, de acuerdo con los señores Concejales, la debida recepción a Huésped tan ilustre, el cual honraba con su presencia a esta localidad.

El Sr. Alcalde, en su virtud, dispuso todo lo conveniente para atender en primer lugar a facilitar el desembarque por la playa del Espigón de San Felipe al Excmo. Sr, Ministro y personal de su acompañamiento, para los que se realizaron las obras provisionales necesarias, con aquel objeto, toda vez que en dicho paraje designado por S.E. para tomar tierra no existía muelle ni medios algunos para poder desembarcar.

Igualmente se dispuso todo lo necesario para que una vez en tierra, la Comitiva se trasladaran en Carruaje a la población con la Comisión del Ayuntamiento, el Comandante Militar de esta Plaza y el personal del Consulado de España en Gibraltar, que habían venido a esta Villa para saludar al Señor Ministro.

La Comisión del Ayuntamiento, de acuerdo con la Alcaldía había dispuesto, así mismo, obsequiar al Señor Ministro y demás personas que le acompañaban con un almuerzo , al que fueron invitados todas las autoridades y personas de la mayor distinción de la localidad, en honra de lo cual se realizaba dicho acto.

La Alcaldía y la Comunidad del Ayuntamiento que intervino y dispuso cuanto quedaba consignado, entendieron, por supuesto, que al efectuarlo interpretaba los deseos unánimes del Municipio y que los actos realizados respondían a los deseos del pueblo, que veía en la visita del Ministro de la Guerra, una oportunidad para que una autoridad tan superior, pudiera conocer sobre el terreno la necesidad y justicia de las diversas peticiones que tenia hecha el Municipio al Ramo de Guerra, en lo que tenia relación con las vías de comunicación, negada siempre a este pueblo por razones de ser una Zona Militar y muy principal y especialmente en cuanto se refería a la demolición que estaba ordenada por el Gobierno de S.M. de la Barriada del Cachón de este termino, que estaba dispuesta su desaparición en términos perentorios y angustiosos, sin escucharse los lamentos de los propietarios perjudicados y de gran número de familias que se les obligaba urgentemente al desalojo de sus viviendas para efectuar el derribo de las mismas, conforme a lo ordenado por suponer el Gobierno que ocupaban indebidamente terrenos de Zona Militar.

Por supuesto la Alcaldía auxiliada oficialmente por el Diputado a Cortes por este Distrito don Luis Ojeda Martín, había realizado en aquella oportunidad, cerca del Señor Ministro las debidas gestiones, que dieron por resultado, la suspensión de la demolición ordenada de la Barriada del cachón, cuya orden fue comunicada a la Alcaldía por el Excmo. Señor Comandante General de Algeciras con fecha de 14 de diciembre de 1901, llenando de justo júbilo a toda la población, la cual alarmadísima por la disposición de que se trataba y habiendo sido estériles hasta entonces todas las gestiones practicadas, tenía perdidas las esperanzas de alcanzar la suspensión de aquella orden que iba a constituir la ruina de centenares de familias.

Sesión del 18 de diciembre de 1901 - Punto 2º 

"Se dio lectura al telegrama que a esta Alcaldía dirigió con fecha 14 del corriente, el Excmo. Señor Comandante General del Campo de Gibraltar y en el que se manifiesta que por disposición superior quedan suspensas las apremiantes ordenes que se había dado para la demolición de las edificaciones situadas en el Cachón de Jimena y denunciadas como obras fraudulentas, hasta que recaiga resolución sobre el expediente que se esta tramitando."

Por los motivos y razones expuesta se habían efectuado gastos naturales que exigían las disposiciones adoptadas para la recepción digna y decorosa del Señor Ministro, si bien los correspondientes al almuerzo quedaron limitados a una indemnización de perjuicios, pues hubo que suspenderse momentos antes de su realización, en atención a que el Señor Ministro tuvo que abandonar la localidad para visitar la Sierra Carbonera, punto dominante de la Plaza de Gibraltar y cuyo detalle aparecía en la cuenta que para su examen por el Ayuntamiento fueron puesta a disposición de los Señores Concejales  y que ascendió a la cantidad de 2.018,35 pesetas. 

La Corporación examinaron detenidamente las cuentas presentadas y encontrándolas conforme se acordó por unanimidad aprobarlas y entendiendo que este gasto pertenecía extensivamente a la consignación del Presupuesto de los de representación del Municipio y que fuera satisfecho con cargo al Capítulo expresado, consignando su satisfacción por las acertadas disposiciones adoptadas por la Alcaldía, que seguramente había redundado en el prestigio del buen nombre de La Linea.


22 de septiembre de 1901

General Valeriano Weyler. Fotografía de la Wikipedia

El Periódico "El Heraldo de Madrid" núm. 3.965 publicó la noticia de la visita del General Weyler a La Línea:

"Algeciras 21 (8.20 n.)

A las cinco de la tarde ha fondeado en esta bahía el crucero Numancia, conduciendo al ministro de la Guerra.

A cumplimentarla fueron a bordo el comandante general de este campo y las autoridades de Marina.

Inmediatamente después, y en un bote del mismo barco, se dirigió el ministro a tierra, acompañado del capitán general de Andalucía, el general Fonsdeviela, sus tres ayudantes y los demás señores expresados.

Algeciras 21 (9 n.)

Tan pronto como saltó a tierra el ministro, montó a caballo y se dirigió al centro de la población, haciéndole los honores un piquete del batallón de Cazadores de Cataluña, y ejecutando la Marcha Real la banda de música del mismo.

Un gentío inmenso invadió los muelles; pero antes de que se diera cuenta de la llegada del ministro, éste visitaba rápidamente el parque de Artillería, las oficinas de Administración militar, los cuarteles y el hospital.

Después visitó el depósito de cañones, y enseguida pasó al hotel de María Cristina, donde se hospeda.

A la puerta del hotel se hallaba una compañía del segundo de Montaña con bandera y música, que le rindió los honores de ordenanza.

Según se dice, el general Weyler ha notado algunas deficiencias, que le han disgustado bastante.

Por rara coincidencia, cuando el Numancia daba vista a este puerto, salía de Gibraltar, con rumbo a Cádiz ó Ceuta, la escuadra inglesa del Canal. Al pasar nuestro buque por delante del barco almirante de dicha escuadra, fue saludado con varios cañonazos, extrañando que no se le contestara.

Mañana irá el ministro a San Roque, Sierra Carbonera y La Línea, y al regreso visitará Punta Carnero, Torre de San García, Adalides, Almirante y todas las alturas de la plaza.

Llamó la atención del director de Comunicaciones sobre el escasísimo personal de que está dotada esta importante estación telegráfica, en la que no hay más que dos empleados, teniendo un sólo individuo que atender al público, tasar telegramas, y a once hilos que aquí afluyen.

Esto da lugar a no pocas censuras, mucho más en las actuales circunstancias, que se debieran tener presente enviando más personal.


La Línea 21 (2 t.)

Mañana se espera que llegue a esta el general Weyler, al que el Ayuntamiento obsequiará con un espléndido banquete en los hermosos jardines del parque de la Victoria. Desde aquí irá el ministro de la Guerra a visitar Sierra Carbonera, las Pedreras y otros puntos estratégicos.—El corresponsal.

La Línea 22 (10 m)

Procedente de Algeciras, y en un vaporcito de la Compañía Arrendataria de Tabacos, acaba de llegar el ministro de la Guerra, acompañado del capitán general de Andalucía, comandante general del campo de Gibraltar, diputado a Cortes por el distrito, D. Luis Ojeda; generales Fonsdeviela y Urquiza y su estado mayor.

Desembarcaron por el Espigón, donde los recibieron las autoridades civiles y militares y una escolta que llegó esta madrugada de Algeciras.

El general Weyler, en cuanto saltó a tierra se dirigió en carruaje a visitar el cuartel de infantería, durando la visita sólo unos minutos por constar este destacamento únicamente de 40 hombres.

Ahora sale el ministro a caballo a recorrer con su estado mayor la línea fronteriza.

—El corresponsal.


La Línea 22 (10,50 m.)

Desde la Tunara envió el general Weyler un aviso aquí, donde le esperaban el Ayuntamiento y las autoridades locales para almorzar, que lo haría en San Roque, después de visitar los puntos estratégicos de la Pedrera y Sierra Carbonera.

La decisión del general Weyler es comentadísima, no achacándola a desaire, conociendo su idiosincrasia. 

En San Roque le aguarda un tren especial, que no se sabe si le conducirá a Algeciras o a Ronda, donde se propone también ir.

Gibraltar 32 (10,35 m.)

A la visita del general Weyler al Campo de Gibraltar no le dan aquí importancia alguna los elementos militares, porque, dadas las buenas relaciones que existen entre España e Inglaterra, no se espera que fortifique el campo vecino, no siendo grato a la Gran Bretaña, y máxime sabiendo que el Gobierno español desea mantener á toda costa el status quo.—El corresponsal


El historiador sanroqueño Juan Antonio García Rojas, publicó en su Facebook la siguiente foto y datos:






"WEYLER EN SAN ROQUE

Un tal día como hoy 22 de septiembre, pero del año de 1901, entraba en la ciudad de San Roque por la calle Málaga, el general Valeriano Weyler y Nicolau, a la sazón ministro de la guerra. 

Regresaba de la visita que con anterioridad había realizado a la antiquísima Torre de Sierra Carbonera, y en la que las autoridades mandaron colocar después, en el dintel de la puerta de entrada, una placa de mármol blanco con la siguiente inscripción:

"Weyler, Primer Ministro de la Guerra que me Visitó. La Patria Agradecida" 

Weyler vino a San Roque con el objetivo de comunicar a sus autoridades, la intención de su ministerio de aumentar la guarnición militar de la ciudad, con la construcción de tres nuevos cuarteles: El Diego Salinas para la infantería, el Simón Susarte para la artillería y el Coronel Figueroa para la caballería, aunque este último quedó en un simple proyecto."






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